El día jueves 06-11-2014 dejó de existir el SPC Fire Tango, cuyos propietarios me regalaron, como una muestra de afecto, en lugar de venderlo para padrillo, y al tiempo que me confiaron de esta manera su cuidado, sabían que le brindarían una "jubilación ideal", luego del merecido retiro que con creces se había ganado.
Recorriendo la hacienda y aguadas, lo encontraron por la mañana acostado en el alfa, al lado del bebedero, sin señas ni rastros visibles de haberse revolcado.
No sabemos aún si dejará descendencia, si sabemos a qué y a cuántas yeguas acomodó bajo su pansa, porque en esto consistía su jubilación: Dejarlo suelto en un potrero del norte Santafecino pletórico de alfa, y cada día ponerle a su lado una yegua distinta, que los muchachos del campo -como si fueran sus cómplices- con un guiño de machos le acercaban.
No soy portador de buenas nuevas. Más estoy seguro que este grandulón manso y cariñoso, capaz de correr como el viento de los 1800 hasta la raya, vivirá en el recuerdo de cada uno, de quienes tuvimos el placer de disfrutar de sus esperadas atropelladas.
Si la realidad ha sido tal como me la contaron, entonces no creo pifiar si les digo, que Fire Tango se entrego a los brazos de la muerte, tal como transitó su vida, con calma, mansedumbre y serenidad
Se ha muerto un grande, y toda una afición turfística que ahora se entera, ha de estar apenada.
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