martes, 8 de noviembre de 2016

"Corremos por plata y dentro de la cancha no hay hermandad"



Este sábado dialogamos con el piloto Carlos Perez Gullo, que siempre asiste a las reuniones del Hipódromo Córdoba, y en este momento se encuentra corriendo en los máximos hipódromos. Carlos nos cuenta sobre lo sacrificada que es la profesión de jockey y también sobre todos los obstáculos que tuvo que esquivar para poder comenzar a correr en Buenos Aires.

¿Contanos como fueron tus comienzos en la actividad, como entraste al turf?
Empecé a ir a San Isidro a los 5 años con mi viejo, el era cuidador. Luego mi viejo se retiró de la cuida cuando yo tenía 11 años y quedó mi hermano Angel Domingo Perez. A los 16 años arranqué como peón de mi hermano, yo no sabía andar a caballo, ni nada. Recuerdo que me subía a la terraza de los mil en el Campo 2 de San Isidro y le preguntaba a los cuidadores que estaban ahí que iba haciendo cada caballo (galope largo, liviano,etc). A los 19 años entre a la Escuela de Jockeys de San Isidro sin saber nada por supuesto. A los 21 comencé a correr en el interior, pero más que todo en el Hipódromo Córdoba por que me trajo Hugo Benitez y Sergio Quintana. Acá en Córdoba gané dos veces el Clásico San Martin, con Fire Tango y Valmen. Estuve 2 años en la escuela y me sacaron por pesado, yo entraba de 51 1/2 kg y había que entrar de 50 1/2 kg. Así que dado a eso tuve que ganar 10 carreras oficiales en el interior para poder comenzar a correr en los hipódromos grandes, me costaron un montón, estuve 5 años para ganarlas en Tandil y Azul.

La venís peleando de abajo...
Hasta que empecé a correr en Buenos Aires fueron muchos problemas. Arranqué hace un año y a decir verdad comencé de diez, ganando con un gigante como La Biznaga y con grandes entrenadores como Maldotti y Etchechoury. Me iba muy bien hasta que rodé en San Isidro con un caballo de Maldotti, estuve 3 meses sin correr. Tuve fractura de clavícula, 2 costillas, fisura de omóplato y esternón, me salvé de suerte.

¿Y en la actualidad?
En la actualidad trabajó solo en el Campo 2 de San Isidro y le monto a Dani y Carly Etchechoury, a Julio Penna y Diego Peña, bueno y obvio que a mi hermano. A todos esos excelentes cuidadores les monto y también les corro. Muevo 15 caballos por día y los martes 20 por que hay que trabajarlos. No corro mucho, pero por suerte cuando me toca correr tengo buenos caballos.

¿Como la llevas con los kilos?
Hoy peso 52 kg, el hambre es horrible pero la pasas, lo peor para mí es la sed, veo a un caballo que lo están bañando y me da sed, pero no puedo tomar agua para no subir de peso en el momento. Esto parece todo muy lindo, pero la vida del jockey es muy sacrificada. Siempre antes de las carreras troto y luego tomo algunos jugos.

¿Cual es tu jockey "espejo"?
Uno es Rodrigo Blanco y el otro es Pablo Falero. Para mí tengo la postura de Rodrigo, no es que se la copie, si no que es parecida. Y bueno, Falero es el "hombre" del turf, Falero es Falero, nada más para decir.

¿Que desarrollo te gusta más?
Me gusta correr en el fuego, cerca de la punta y no muy atrás.

¿Cual es tu hipódromo preferido?
Me gusta la arena de Palermo, la conozco mucho. El césped de San Isidro ahora está muy feo.

Vemos que ya podes correr en Buenos Aires y seguís viniendo a Córdoba como pocos ¿A que se debe?
Siempre vengo a las reuniones de Córdoba, me encanta Córdoba y el hipódromo también. Si no vengo a correr, vengo a pasear. Todos los cuidadores de Córdoba me apoyaron y la verdad que estoy muy agradecido a ellos, por que a mí me costó mucho esto.

¿Cual fue la carrera que ganaste que más te quedó grabada?
La que más me gusto es una que gané por ventaja mínima con Savage Nights del Santa Maria de Araras. En los 200 mts finales desestribé el pie derecho por un tropiezo, me filtré por dentro y ganó con lo justo. Fue un carrerón.

¿Hay rivalidad o hay hermandad entre los jockeys dentro de la cancha?
Esto es por plata, no hay hermandad ni amistad en la pista. En la cancha todas las carreras son bravas al igual que el fútbol. Pero afuera del hipódromo somos todos amigos. Corremos por amor al turf, pero en la cancha defendemos la plata de todos.

¿Por último que mensaje le dejas a tus colegas que recién se están iniciando?
Yo siempre les hablo a todos los aprendices, hay que trabajar mucho y no bajar los brazos. Hay que saber elegir el camino bueno por que siempre se presentan varios caminos. Pero más que nada es trabajar y siempre con respeto. Todo se puede si uno quiere y tiene constancia. Yo logré mi sueño, por eso si uno quiero se puede.

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