"Estoy bien estable y muy agradecido en Buenos Aires"

Siguiendo con nuestros habituales reportajes, en este caso dialogamos con el cordobés de Achiras Lautaro Balmaceda. Piloto de gran actualidad en los circos mayores, y por cierto de enorme futuro. El correcto jinete nos cuenta sobre su "vida turfística" y muchas cosas más, en una nota por demás interesante.

Contanos un poco sobre toda tu carrera hasta llegar a Buenos Aires
Soy de Achiras (CBA), empecé de muy chico con los caballos ya que mi papá corría y cuidaba cuadreros. Debuté con ponis en las calles de mi pueblo y así creciendo al lado de él, y cada vez iba montando caballos más grandes hasta llegar a un Pura Sangre. Cuando terminé la secundaria decidí ir a la Escuela de Aprendices de La Punta (San Luis) y a su vez cuidar caballos en mi casa ya que mi viejo se había retirado. Salía todos los domingos a correr con mis caballos, mientras que los sábados asistía a clases, en el año 2008. En el 2009 egresé de la escuela y empecé a correr la largas, pero seguí con la cuida y corriendo cuadreras, ya que a eso lo llevo en la sangre. Corrí hasta 2013 en La Punta y muchas provincias del interior, teniendo la suerte de correr buenos caballos como Fuerte Señal, Honor Charrua, Pure Soul, entre otros. Ese año decidí radicarme en Buenos Aires con 23 años, un poco tarde, pero me iba bien allá y soy muy familiero por eso me costó venir antes. En 2012 nació mi hija Nahiara y eso fue un impulso para venirme a Buenos Aires, quería lo mejor para ella y mi familia. Me instalé en Buenos Aires, vine como aprendiz y en 2014 me hice jockey. Por suerte me va bien, le corro a cuidadores como J.C.Etchechoury, C.D.Etchechoury, Luis Seglin, Conrado Fuentes, Ricardo Cardon, entre otros. También la gente del interior me ayuda muchísimo. Llevo alrededor de 200 carreras ganadas.

Y de mañana, ¿Cuantos caballos montás?
En la mañana monto mucho, entre 15 y 18 caballos. Estoy viviendo en San Isidro, o sea que trabajo más en ese hipódromo, pero a veces cuando me llaman voy a montar a Palermo.

¿Cual fue tu triunfo de "oro" como jockey?
En La Punta (San Luis) con Fuerte Señal gané todo, ese fue un caballo que marcó mi vida. Acá en Buenos Aires tuve muchos triunfos lindos, aunque no pude ganar carreras de grupo, pero si muchos clásicos listados, especiales y handicaps.

¿Y tu mayor derrota?
Un golpe siempre es una derrota fea, la mejor carrera es llegar sano al disco. Se pierde y se gana, pero hay que cruzar el disco.

En poco tiempo dejaste de ser aprendiz, ¿Haber ido fogueado del interior te favoreció?
Si, mucho. Vine con algunas carreras ganadas abajo del brazo, eso me ayudó muchísimo para competir con los grandes que no es nada fácil. Es totalmente distinto al interior, pero poco a poco vamos mejorando y perfeccionando cosas de los que saben.

¿Con que jockey te identificas?
Con ninguno, cada uno tiene su estilo, así que trato de sacar un poco de cada uno.

Cuando las cosas no salen bien, ¿Te dan ganas de pegar la vuelta?
Es duro estar lejos de toda la familia, me vine solo sin tener a nadie, pero hay que ser fuerte y pensar que ya va a pasar. Pensé en volverme, pero por suerte las cosas siempre mejoraron. En este momento estoy bien estable y muy agradecido.

¿Y de los entrenadores cual te llama más la atención como varea?
Tal vez Luis Seglin, varea al estilo americano, todos los días con montura y muy suave. Le dedica mucho tiempo a cada vareo y da resultado, ganamos muchas carreras juntos. Yo voy a montar una vez por semana a su haras.

¿Como te llevas con los pilotos cordobeses que son una "patota" en Buenos Aires?, ¿Hay competencia o hermandad?
Jajaja, me llevó bien con la mayoría por suerte, somos muy compañeros todos. Tome una buena amistad con Ivan Monasterolo que vive a unas cuadras de mi casa. Sumos muchos piloto cordobeses la verdad y eso está bueno, habla bien de nuestra provincia.