Aquel día no
pude ver detalladamente el final. Justo en el momento que “el mentao” cruzaba frente
al disco unas basuritas que viajaban con el viento -y que no sé de donde
salieron dentro del salón comedor en la
oficial- se metieron en mis ojos para nublarme la vista -y hasta quizás que la
razón . Hoy cómodamente sentado en el
living de mi casa acabo de volver a mirar “el video de los recuerdos”, y pareciera que las basuritas siguen dando
vueltas ¡Porque también se me hicieron
presentes aquí!
¿Cómo
olvidarme de aquella tarde? ¿Cómo no recordar a mis sentimientos pedirme a los
gritos que me arrime para la foto ya que siempre hay un lugar para otro más?
¡Mi corazón está con Ustedes muchachos!
me dije mientras los prismáticos empañados
se movían alocadamente acompasados por los latidos de mi “bobo”, que todavía no atinaba a encontrar sosiego porque el puñado de adrenalina -que había amontonado apenitas hacía un rato-
continuaba viajando por el torrente sanguíneo. Y además, tampoco me permitía observar los rostros en
la montonera de “allá abajo” a quienes las sonrisas les juntaban las orejas, o
las mangas de sus camisas intermitentemente secaban algunos ojos. El San
Jerónimo edición 2009 acababa de poseer su justo triunfador… ¡Y yo estuve ahí para vivenciarlo!
¡Que lo
parió Don Mendieta! Si hasta dicen que Dios obra de maneras insospechadas, a lo
que le añado por las mías: “Y si ésta no
es una de esas tantas veces ¿Cuáles serán entonces?”
El caballo del pueblo acababa de imponerse y marcar
un hito en nuestra actividad. Más no todo ha sido color de rosas para este
manso grandulón. Cagate de risa pero a su vida misma la corrió siempre desde atrás,
y no solo a sus carreras que te mantenían
en vilo o caminando por las paredes porque te preguntabas si le alcanzaría para
llegar. Por eso, quienes conocemos de su
historia podemos darnos el lujo al saborear de una manera especial la miel de este triunfo.
¿Sabías por
caso que a su padre y de potrillo -junto a dos más- lo trasladaron hasta Rio IV
para un remate zonal? Y que uno de aquellos
primeros celulares -ladrillos- le bajaron línea al que lo llevó y por más que
protestase igual se escuchó: “Traelo de
vuelta gordo”, tan solo porque a la última postura le faltaron unas míseras
chirolas para satisfacer la pretensión del criador.
Sí, claro me
refiero a Fire Toss.
Y ¿Recordas
por caso cuando en su propia casa el ahora triunfador, se tuvo que volver al box porque -como a
semejanza de su padre- las propuestas parecían no dar pie con bola mientras el
martillo aguardaba expectante para rendirse ante la mano de algún afortunado
comprador?
Todo caballo
tiene su historia y ¿Quién las pudiera conocer a todas, verdad?
Fire Tango,
el caballo del pueblo, el triunfador de tantas lides, el que te quitaba el
aliento porque parecía no llegar nunca al disco que mata a las palabras, se
volvió triste y mortificado para su box, porque… ¿Cómo puede ser que se hayan ido todos menos
él?
Fue
necesario hacer “una vaquita” para
llevárselo. Y conste que al Haras -que usualmente vende todo lo que pone en
exposición- no se le salió la cadena con
alguna impertinente extravagancia cuando lo defendió. De maneras que con esto
te digo amigo mío: “Cualquiera que haya asistido a ese remate se lo pudo quedar”.
Más sabrá el Señor lo que vemos cuando miramos, porque delante de todos nosotros se paseó
procurando encontrar al mejor postor.
Caballo despreciado resulta ganador fue
necesario que escriban en el diario de las respuestas -“aquellos que se las saben a todas”- para mantener
vigente cualquier tipo de acierto
con una soberana explicación.
¡Y Capaz
nomás que sea cierto! … ¿O no?
espectacular relato lleno de emocion
ResponderEliminarGracias amigo! Siempre muy lindo y muy profundo lo suyo. Gracias por transmitir pasión.
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