Hipódromo de Rio Cuarto: El turf en su estado puro

El singular éxito que están teniendo todas las jornadas de turf en Rio Cuarto, esto unido al desarrollo permanente en cuanto a construcción de boxes y mejoras de distintos puntos del hipódromo, a lo que se suma el arrollador éxito deportivo de los caballos estabulados en Rio Cuarto bajo el mando de profesionales de primera linea indica que el combo se mantiene sobre bases sólidas y que no son ninguna casualidad. En un momento donde el turf molesta y es solo un peso con el que hay que cumplir, el Jockey Club Rio Cuarto deja bien en claro que es su actividad Nº1 y siempre marcha hacia adelante en procura de sostener un turf poderoso. La gran cadena comienza desde los directivos, dado que para ser presidente del Jockey Club, por estatuto tiene que ser propietario de caballos de carrera. Claro está una condición que se respeta a rajatabla, lo que asegura que todo período que termina con un burrero al frente, da inicio con otro del mismo palo que comienza a luchar por lo mismo. Es decir por darle desarrollo a la actividad turfística. Fueron cambiando los presidentes, pero quienes gobiernan la institución siempre surgen de la actividad del caballo de carrera. De tal manera vemos como presidente que se va -Marcos Farina-, o el actual -Hugo Gentile- disfrutan del espectáculo turfístico en su hipódromo y en otros también de la primera hasta la última competencia, lo que habla de por sí de la pasión por la actividad. Otro punto a favor es tener un anotador "made in casa" como el eficiente Ivan Grillo. Evidentemente los espectáculos hípicos no tienen tope de carreras, y el programador en una jornada común puede presentar un menú de 21 competencias para deleitar a la afición, tal cual lo que ocurrió en la última reunión disputada. Los entrenadores y los jockeys sin dudas son de gran nivel, dándole competitividad a la caballada que dirigen, teniendo en estos tiempos los profesionales de la fusta una cantera propia, ante la apertura de la Escuela de Jockeys que se reinaugura en los próximos días. La masa propietaria hace una fuerte inversión en productos de buen origen, y de un potrillo "chucaro" los trainers de Rio Cuarto suelen terminar con un caballo de grupo, algo no muy visto en el interior del país. Está pautado para el mes de diciembre un 50% de aumento de premios, lo que servirá de combustible para la actividad, y el desafío para 2018 será correr dos veces por mes. En reuniones como la anterior, que es una pero que tiene gusto a dos, con caballos dispersados en la pista de distintas provincias, en duelos cuyos ganadores sacan "chapa" para triunfar a vuelta de hoja en cualquier escenario máximo del turf argentino. El Jockey Club Rio Cuarto no recibe ayuda estatal, tampoco es sostenido por Slots, solo se ve motorizado por un puñado de factores que confluyen a favor de un desarrollo sano de la actividad que en otros lados se ve como una carga, y que en el escenario del sur de la provincia de Córdoba quienes los dirigen lo hacen con una vocación turfística asombrosa, como seguramente lo plantearon los que en algún momento edificaron su hipódromo. Es decir, el Hipódromo de Rio Cuarto, orgullo de la provincia de Córdoba, se sostiene desde nuestra óptica sobre rieles por que es "el turf en su estado puro".