miércoles, 15 de noviembre de 2017

12 DE NOVIEMBRE DE 2017 – EL DÍA QUE GANO EL TURF

Finalmente paso el “Gran Clásico Aniversario Ciudad de Río Cuarto”, y si bien algunas sensaciones se van disipando lentamente, ya estamos trabajando con la vista puesta en próximo año pero con mirada retrospectiva. Hace poco alguien nos preguntó, “¿Ustedes como hacen, cuál es su secreto?”… a mitad de sonrisa y entre salidas divertidas, esa pregunta encontró la respuesta en tres palabras claves: gestión, trabajo y creatividad.
Ese es nuestro secreto, que no es tal; o acaso alguien puede dejar de ver como los frentes de obras pululan por todo nuestro hipódromo? boxes, cuarto de jockey, cantinas, arreglos en secretaria, nueva señalética, arreglo de calles, trabajos de pintura, mantenimiento de todo el predio, etc. La lista es larga pero no tediosa. Inflamos el pecho cuando hablamos de nuestro hipódromo. Es nuestra casa y esta “bonita”. Ojo, solo hablo del Hipódromo. Como mencionar el colegio o el country sin caer en el lugar común de las palabras que ya no hacen justicia al paraíso que se instala en Perón y Roque Sáenz Peña.
Pero volviendo a lo que hoy importa, eso que llamamos TURF, cuando repasamos lo que vivimos el histórico 12 de noviembre de 2017, nos llenamos los pulmones de aire y soltamos una gran bocanada de satisfacción. Satisfacción que lejos está de la frialdad de los números y las estadísticas, porque más allá de las 6000 personas que ese domingo pintaron de color nuestro hipódromo, lo verdaderamente importante fue la sonrisa que les llenaba el rostro a cada uno de ellos, los pequeños gritos de algarabía en la ronda familiar del mate y el asado, los grandes gritos en las tribunas con finales apretados.
Lo verdaderamente importante de ese número, 6000, fue que nos brindamos para cada uno de ellos y ellos finalmente así lo entendieron.
Para los estadistas tenemos más números: 21 carreras, 200 caballos, 1200 autos dentro del hipódromo con estacionamiento sin cargo, juegos para niños, peloteros, carpa de artesanos, patios de comidas, un parque inmejorable, un horario apretado y una perfección de relojería.
Ahora bien… en nuestra institución abundan las personas comprometidas y con una gran capacidad de gestión. Gestión para organizar los recursos disponibles, con una idea impregnada en el ADN de nuestro club, la concepción de la sencillez como sinónimo de austeridad, pero en simbiosis con la monumentalidad que caracteriza a nuestro Jockey Club. Trabajo, que importante es esto en el triunvirato del éxito que nos hemos impuesto, y aun así el concepto no supera a los nombres que día a día enaltecen la figura del TURF regional. Trabajo denodado, comprometido, eficiente, propio. “Esa manera de ser” dirán algunos, resume la actitud de cada uno de los trabajadores que hacen posible el magnífico presente de nuestra institución.
Y creatividad, pieza clave en el engranaje del éxito. Creatividad para poner a prueba los ingredientes necesarios y así obtener el mayor rédito posible en cada proyecto abordado. Creatividad dirigencial, creatividad en la ejecución de las ideas propuestas. Creatividad administrativa. Creatividad institucional. Creatividad.
“Ustedes son un caso único, un ejemplo” nos dijeron. Nos sentimos alagados, agradecemos el reconocimiento y seguramente eso será un envión para continuar con lo mejor que sabemos hacer, sentarnos a la mesa, proyectar ideas y llevar a cabo las acciones para continuar con este ritmo de crecimiento.
El 12 de noviembre será recordado como el día en el que gano el Turf. Tengo un dato para el próximo año, vamos a repetir triunfo y lo haremos por varios cuerpos.

Jockey Club Río Cuarto
La imagen puede contener: una o varias personas, multitud y exterior

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