En esta ocasión entrevistamos al Relator Oficial del Hipódromo de San Isidro Diego Notario, que también conduce el programa radial El Derby. En agradable y distinta charla el notable locutor-relator nos comenta sobre su trabajo frente al micrófono, y también como vive la actividad hípica.
Contanos como comenzó tu vínculo con el turf
Comencé en el turf en el vientre de mi madre, porque mi viejo fue uno de los fundadores del Hipódromo de Mar del Plata. Fue propietario y cuidador, Presidente de la Asociación de Propietarios de Mar del Plata, prácticamente mis domingos de la infancia y juventud fueron en ese hipódromo. Allí mi vínculo fue muy fuerte, después falleció mi papá, yo tenía 15 años y me desligué de la actividad, no quería saber más nada. Cuando estaba estudiando locución en segundo año, una compañera me habló de un casting que se hacia en San Isidro en el año 1997. Me presenté, y quedé seleccionado como locutor-relator-. Con 21 años relaté mi primer carrera, en julio del citado año.
¿Y tu trayectoria como relator?
Mi trayectoria en el relato arrancó en el año 1997 en San Isidro como dije anteriormente. Trabajé hasta el año 2000, también relaté carreras para eventos en Palermo en ese tiempo. Después me fui a vivir a Europa por dos años, cuando volví comencé a relatar nuevamente en Mar del Plata, y empecé mi programa de radio que se llama El Derby en diferentes radios. Seguí en Mar del Plata para los simulcasting de La Plata y San Isidro. Ahí empecé a transmitir en vivo para Radio Colonia durante 4 años. La gente de San Isidro me volvió a convocar, y estoy desde el 2014. En otros hipódromos que supe relatar fue en Tandil, Dolores, el Dupuy en La Punta, el San Jerónimo en Córdoba, la Copa Utta en diferentes hipódromos, también me llamaron de muchas provincias, siempre es un placer relatar para la gente del interior. Tuve la suerte de recorrer parte de mundo con mi profesión. Fui dos veces a Estados Unidos a cubrir la Breeders' Cup, la relaté una vez en vivo para la radio y otra para San Isidro. El Latinoamericano en Monterrico en el 2014, en 2015 estuve en Rio de Janeiro, en 2018 fui a Maroñas, también tengo la suerte de ir a Montevideo para relatar en la jornada del Ramirez. Esta profesión me dió la oportunidad de conocer muchos lugares. También te agrego, una muy buena experiencia fue ir a relatar a Chile, el Club Hípico de Santiago, y el Derby de Viña en el Valparaiso Sporting, en una jornada con 100.000 personas en dos días.
De todas las carreras que narraste, ¿Con cual te quedarías si podes elegir una sola?
El relato más famoso que hice, o que trascendió un poco, es el de mi yegua La Nouba. Pero como dijo Victor Hugo Morales, técnicamente no es bueno el relato, lo que pasa es que ahí primó más la pasión, que el profesionalismo. Así que si me tengo que quedar con algún relato es ese. Me hizo conocido en muchos lugares de América y de Argentina
¿También sos propietario de caballos?
Con mi hermano fundamos el Stud El Derby, en homenaje al programa mio de radio. Los colores son similares a la caballeriza de mi familia que se llamaba Aljogoco, que tenía ese nombre por mi mama Alicia, mi hermano Jose, Gonzalo mi otro hermano que es mio socio, y Coco mi papá, yo no había nacido cuando lo armaron. Ahora tenemos un hijo de Seattle Fitz en cuida con Walter Suarez y Maria Fernanda Alvarez en Palermo, y también un par de proyectos. Tenemos una yegua servida por Safety Check, una potranca hija de Peten Itza de un año, y La Nouba que es una hija de Alpha Plus que le compré al Haras Don Florentino, hoy está preñada por Sir Winsalot.
¿Al momento de relatar tenes alguna estructura o es todo improvisado?
Con la gimnasia que ya uno adquiere a través de los años, no te preparas antes. Quizás hay más nervios cuando hay un Pellegrini o un G1, y la adrenalina se eleva un poco más. Yo lo que hago cuando hay muchos caballos como en un Unzue, es estudiar bien los colores y de donde larga cada uno. Después en la previa no estudio tanto los colores, no es algo bueno para decir, pero es la verdad. Con los años agarré un timming por relatar las carreras con nombres en Radio Colonia, y a partir que regresé a San Isidro como que se impuso la idea de volver a hacerlas todo con nombre.
¿Se podría decir que sos un innovador en el relato de las carreras?
Si, yo traté de buscar mi estilo, e imponerlo. Los relatores deportivos que pueden poner su cuota o estilo son los que se destacan. Siempre siendo profesional, sin hacer locuras, a mí a veces me gusta salir un poco del molde. Cuando relataba en mi primer etapa en San Isidro no me dejaban innovar, no podía hacer nada. A partir de este nuevo ciclo aparte de meter los nombres me da para cantar con algún nombre en el relato, soy de meter mucha información como tiempos parciales, jockeys, padres, es algo que aporta a la información.
¿Se puede vivir medianamente bien siendo relator?
Si Argentina fuera un país serio, y la hípica argentina fuera seria, creo que se podría vivir muy bien del relato. Es una profesión que no tiene mucha competencia. Somos muy pocos los relatores en nuestro país, y no se hizo una escuela de Relato de Turf. No surgen nuevos valores, si hay competencia siempre se genera más calidad dentro de la cantidad. Históricamente el relator de turf no está bien pagado, es complejo, hay que buscarle la vuelta, y tener varios kioscos "abiertos". Mis colegas ganan muy mal, hoy por hoy no está bien valorada nuestra carrera, siendo que es algo muy importante porque no se conciben las carreras de caballos sin el audio del relato.
Por último, ¿Que mensaje le dejas a la gran afición del turf del interior?
Para mi son los que van a salvar esta actividad. La pasión con la que se vive el turf en todos lados de Argentina es única. Me parece que lo más importante que tenemos hoy por hoy en nuestro país, donde las ideas se han caído de la cabeza de los dirigentes de los hipódromos centrales, donde el recambio generacional nunca se pone en practica. El mensaje es que sigan viviendo con esa pasión este hermoso deporte, que se ilusionen con algún pingo que pueda ser el crack del año, porque en definitiva todo es ilusión, y familia. Un abrazo enorme para todos los queridos amigos de la hípica y del turf del interior.
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