"Intento amoldarme al caballo más que imponer mis formas de vareo"

Entrevistamos al estupendo y joven entrenador de San Isidro Juan Sebastian Maldotti, hijo del notable Juan Carlos. En agradable charla "juanchi" nos comenta todo sobre su vida turfística, y también sus sensaciones tras ganar el Gran Premio Carlos Pellegrini (G1) en 2018 con el exportado Il Mercato.

Contanos como arrancaste en la actividad.
Específicamente no podría decirlo. Imaginate, mi abuelo cuidador, mi papá cuidador, mi madre es de la familia Martucci. Por el lado de ella mis tíos también eran cuidadores y jockeys, y mis primos son entrenadores también. En el turf toda la vida, es difícil decir un día exacto. Tuve una premisa muy importante que era que tenía que terminar el colegio. Lo finalicé en el 2002 en tiempo y forma, y de ahí me aboqué en el stud. Comencé como peón de mi papá, estuve tres años mientras estudiaba Administración de Empresas a la noche. A partir del 2006 me puse al lado de papá como entrenador, y ahí empecé más con el training que con la parte que corresponde al mantenimiento que realizan los peones.

¿Cuando te independizaste?
Mi primer yegua fue La Copetera en el año 2009 con la que gané mi primer carrera. Era macanuda, ganó tres. Pero la primer carrera es la que te queda muy marcado. Después la primer yegua buena que tuve se llamaba Pura Magia que le ganó a muy buenas hembras de la generación como Orcada Sale. Nosotros trabajamos muy en conjunto, siempre al lado de papá, y el está siempre al lado mio. No es que me independicé, pero obviamente empecé a cuidar caballos por mi cuenta. Hacemos casi todo juntos. Nos sentamos en la mesa que tenemos y programamos los vareos, trabajamos muy en equipo.

En la actualidad, ¿Como está compuesto tu stud?
En Palermo estuve casi 2 años pero se me hacía muy difícil estar en los dos lados. Vivía más arriba del auto que lo que estaba en el stud. A nosotros nos gusta mucho estar en el stud, cuando no corremos estamos ahí. Fue una experiencia muy linda con la gente del Dark Horse. Ahora no tenemos mucha cantidad de caballos, solo tuvimos un promedio de doce en 2018. Este año vamos a tener un plantel más grande porque llegaron algunas potrancas y potrillos de la nueva generación.

¿Que similitudes y que diferencias tenes con tu padre?
Similitudes es una cuestión más de familia. Nos gusta siempre que los caballos lleguen a la distancia. Obviamente cuando tenes un caballo ligero nos adaptamos al ejemplar, pero siempre buscamos la posibilidad de darle más distancia. Las carreras lindas que nos gustan a nosotros son las largas, siempre intentamos que lleguen. Pero cuando son ligeros por naturaleza no se los esfuerza. Disfrutamos mucho el vareo de los caballos. Y como diferencia es más generacional que en el tema de los caballos. Por ejemplo yo los anoto por internet a los caballos y a mi viejo no le gusta. Lo que es la tecnología lo obliga un poco. Cuando veo los anotados ya se cual carrera es más accesible para correr, ves las actuaciones de todos los rivales, y papá lee la Palermo Rosa. Hoy se adaptó un poco más, ahora mira las carreras por Youtube, pero sigue eligiendo la revista.

¿Que sensaciones tuvieron tras ganar el Pellegrini con Il Mercato?
A parte de que papá había ganado tres Pellegrini, decir lo que ganó el no viene al caso. Desde el día que debutó el potrillo le habíamos dicho a uno de los propietarios -Julio Biancardi (Stud Dark Horse)- que teníamos un caballo bueno de verdad. Antes de debutar hacia cosas distintas a los normales, y cuando se termina dando la razón en un Pellegrini se juntan un montón de emociones. Ganar con "chupino" Noriega que es amigo nuestro, con mi viejo, fue una alegría que la seguimos festejando. El sábado que viene vamos a comer con todas nuestras parejas, nuestros chicos, y propietarios para seguir de festejo.

¿Y que sentiste cuando el caballo se fue a Estados Unidos?
Alegría por el saber que va a parar a buenas manos. La gente del Rubio B. se jugó con quedarse con el 50% del caballo para intentar correrlo allá. Después mucha nostalgia. Entre medio de que el caballo debuta y que termina ganando hay mucho trabajo por detrás que hicimos y te hace encariñar. Tenía un poco de nervios cuando veía mucha gente, pasamos alrededor de 4 hs en las carreras paseándolo para que conozca, lo llevamos el día de la Polla para que vea el hipódromo cuando hay mucha gente. Sabíamos que íbamos a correr el Nacional. Cuando se subió al camión y sabes que no lo vas a ver más en el stud te genera nostalgia. Nos enteramos que está haciendo la cuarentena en Florida y nos da alegría porqué está muy bien.

¿Como te caracterizas como entrenador?
A nosotros nos gusta el vareo, siempre y cuando te lo permitan. Hablando en referencia de Il Mercato, tenía 520 kg y te permitía varear. Hemos sacado yeguas muy buenas, y tienen distinto  trabajo que los caballos. No tanto vareo, sino que más mantenimiento. Si me decís como me caracterizaría, intento amoldarme al caballo más que imponer mis formas de vareo. Darme cuenta que es lo que mejor le cae para armar el vareo.

Cuando les llega un producto al stud, ¿Cual es su formula -si las hay- para sacar un gran caballo?
Lo mejor que hay cuando llegan al stud es encontrarle algún caballo que este en las mismas condiciones que él como un potrillo o un tres años sin debutar que recién empieza. Pensamos que aprenden mucho más rápido de a dos que solos. Cuando van juntos se ponen más serios, tienen una actitud de competencia que la llevan en la sangre. Después arranca el proceso donde comienza a tender, hacer largo, y capaz los separas porque hay alguno más ligero y pronto que otro. Cuando vienen acá son muy tiernos, y si lo exigís demasiado rápido sin que tengan el nivel de madurez física y mental a veces se te pasan de revoluciones y no podes recuperarlos. Es muy difícil la cabeza del caballo. Esos son los primeros pasos del stud.

¿Como es la relación costo y pensión en Buenos Aires?
Claramente que los costos en Buenos Aires son más altos, es algo real. Pero al ser más alto es todo un poco más personalizado. Nosotros no trabajamos con más de un peón por tres caballos, es lo máximo que permitimos en el stud. También es más difícil tener un caballo acá, pero tenes muchas posibilidades de vareo. Tenemos cinco pistas en San Isidro, el pasto de vareo está muy bueno, y la cuarta es espectacular para entrenar. Tiene sus costos más altos porqué tiene algunos beneficios que ayudan bastante en el entrenamiento.

¿Como vez al turf argentino?
Esa es la pregunta más dura. El año pasado atravesamos algo muy duro. Todos tenemos la esperanza de que este año mejore, pero nos tienen que ayudar un poco la dirigencia. Empezar a trabajar a favor de las carreras y los caballos. Los apostadores también son muy golpeados, y no se los valora. Nosotros vivimos de la gente que va a las carreras. Este año deberíamos pensar mucho más en el apostador, en los caballos, y los hipódromos tendrían que ayudarnos. A veces quedamos los que tenemos pasión, los que invierten, y los que van a las carreras quedan muy expuestos por algunas decisiones que se toman.