"Para ser un buen relator tenes que ser tranquilo"

Pasando un día a puro turf en el Hipódromo de La Plata dialogamos con el estupendo relator Pedro "Pipi" Alvarez, quien sin dudas es una de las voces más famosas de nuestra actividad. En agradable entrevista nos comentó sobre sus inicios en la actividad, secretos del relato y algunas otras cosas interesantes para todos los amantes del turf.

¿Como arrancó en la actividad del turf?
Yo empecé a trabajar en el Hipódromo de La Plata el día que falleció mi papá. Me acuerdo que fue por el año 1966, en la familia siempre quedaba el trabajo para la esposa o algún hijo, y por eso lo tomé yo para poder mantenerme. Terminé el secundario, recibiéndome de Perito Mercantil. Entré como vendedor de boletos, luego fui escalando y pasé por mesa de boletos, locución para pasar los borrados, y de a poco me fui recorriendo todas las oficinas. Llegué a ser jefe de agencia, que eran dos o tres, Mar del Plata, Bahía Blanca, Junín, entre otras. De última me llamaron a televisión. A mi siempre me gustó ver las carreras de la tribuna con prismáticos.

¿Y al relato como llegó?
En una oportunidad la agencia de Vicente Lopez se quedó sin audio, y me llamó el jefe del lugar para solucionarlo. Le dije que ponga un teléfono cerca del monitor, para tratar de relatar la carrera según lo que yo veía. Era todo en blanco y negro. Le transmití la carrera y salió barbara, después me decían que la transmita yo por teléfono, y algunas cargadas más. El Sr Jorge Rossi se entera que hice eso y necesitaban relatores, así que me citó. Yo estaba cómodo en mi lugar y no queria saber nada con el relato, pero luego de que tanto me insistió hice una prueba. Sin practicar nada relaté dos carreras, temblaba como una hoja, pero bueno. La primer carrera no me gustó, y la siguiente que hice me gustó mucho, me acuerdo que elegí una con 15 competidores. Cuando vuelvo a la otra reunión a trabajar a la parte donde estaba yo, me dice el personal que deje la tarjeta y que era el nuevo relator del hipódromo.

¿Cual es el secreto para un relato claro y emocionante?
Lo que te puedo decir, que para ser un buen relator, lo principal es ser tranquilo. Lo segundo es nunca pararse, pase lo que pase hay que seguir. Yo ví muchas rodadas en mi vida, digo el caballo que rodó y luego sigo. Me queda en el corazón de ver eso feo. Me acuerdo cuando rodó Vilmar Sanguinetti, Jacinto Herrera, y otros más. Al relato hay que seguirlo, porqué te escucha todo el hipódromo y las agencias, que es muy importante. También hay que tener muy buena vista y usar prismáticos, algo que veo que los muchachos de hoy no lo usan. Se enfocan más en el televisor. Yo les se decir que algún día se les puede cortar la luz, no tienen ningún prismático a mano y ahí vamos a ver que pasa. Del primer día los prismáticos están pegados a mis manos y ojos. A los monitores los veo, por ejemplo las de 1000 mts de Palermo y San Isidro son imposibles, y en las llegadas al disco también hay que mirarlo.

¿Tiene una estructura sólida a la hora de relatar o improvisa?
No, lo mio es sentarme y lo que me sale, me sale. No tengo ningún planteo anterior. Yo por lo menos no me fijo en los favoritos, corren 10 caballos y hay que relatarlos a todos.

¿Que opina del relator moderno donde se brinda mucha información?
Está muy bien. Hay relatores muy buenos en los tres máximos hipódromos. Ayuda mucho a la gente que tenga mucha información, hacer una cosa completa. Está bueno, yo lo veo muy bien.

¿Hay alguna carrera inolvidable que haya relatado?
Tengo miles de carreras, pero lo que si tengo uno, es un caballo que me quedó en el recuerdo. Se llamaba Payalon, corrió Handicaps, Clásicos, lo entrenaba Atilio J. Merli y lo corría Paulo Garnica. Ese caballo venía adelante por 2 o 3 cpos, faltando 50 mts lo alcanzaban, lo pasaban y en los últimos metros volvía él y ganaba. Me hizo eso más o menos en 15 carreras. Yo gritaba el que estaba por ganar y reaccionaba. Me volvía loco ese caballo, lo veía perder y no perdía. Sus carreras me quedaron en la cabeza.

¿Porqué la decisión de dejar de relatar en Palermo y San Isidro?
Me jubilé, trabajé un par de años más contratado. San Isidro me dijo que era el momento de dejar, seguí un poco más en Palermo y después terminé también ahí. De repente me salió relatar en Azul y también estuve en Tandil. Estoy muy cómodo, muy bien con el relato, que es lo que llevo en la sangre.

¿Usted es un relator burrero?
Soy un relator que me gusta ver las carreras, yo relato una carrera y no me pongo nervioso, porqué no juego. En el momento que tengo que relatar una competencia nunca juego, porqué se que voy a empezar a buscar al mio. Yo nací con los caballos, mi abuelo y mi padre están relacionados con el turf. También tengo otra pasión que es el fútbol. En una época quise ser relator de fútbol pero no tuve oportunidad, me hicieron una prueba en Buenos Aires pero no pasó nada. Te cuento una anécdota final, estando en el Hipódromo de San Isidro viene un muchacho que estaba siempre cerca de la cabina, y me dijo que un hombre me estaba buscando. Me quería dar una sorpresa. Era Jose Maria Muñoz, el que me quería conocer, sin dudas el número uno. Me vió relatar y me dice que soy un genio. Yo le dije que iba a hacerle un trato. Que lo dejaba relatar una carrera, a cambio de que me deje relatar 10 minutos fútbol en la cancha de River. A esto me respondió, anda cuando quieras, pero yo relatar carreras de caballos no. Esto es para los genios.