el alazán había bajado el 1m27s para los 1400 metros.
Sin embargo, de regreso a la caballeriza de María Fernanda Alvarez y Walter Suárez, sus preparadores, sonó la señal de alarma. Le costaba caminar y traspasó el portón rengo, con su pata izquierda visiblemente inflamada.
Los movimientos fueron rápidos y los veterinarios estaban al ratito trabajando para ver qué había sucedido. Tras una radiografía, el diagnóstico fue terminante: fractura en una caña. La lesión es de pronóstico muy complicado y en su entorno ven casi imposible que pueda volver a la competencia aunque, en principio, su vida no corre peligro.
Fuente :Turf Diario
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