"Las Tres Señoritas del turf cordobés"

             *De izquierda a derecha: Lucila (22 años) - Melina (13 años) - Victoria (19 años)

En el transcurso de la espectacular reunión riocuartense entrevistamos a las hermanas Pedernera de Ticino (Córdoba), hijas del entrenador y también transportista Jose Luis Pedernera. Las chicas nos cuentan sobre su pasión por la actividad del turf, como viven el día a día junto a los caballos de carrera, sus vivencias hípicas, y dentro de un clima absolutamente distendido y agradable nos dan detalles de todo lo que hacen y dejan de hacer con el solo propósito de estar los domingos en los hipódromos en familia.

Toma las "riendas" del reportaje Victoria y comienza a darnos una semblanza  de su desarrollo entre los caballos.
Victoria: Empecé cuando mi hermana Lucila se fue a estudiar. Me tocó a mí trabajar con los caballos así que aprendí mucho de ella, como por ejemplo masajear a los caballos, vendarlos, todo lo aprendí de Lucila, mi papá, y mi abuelo. Estuve hasta los 18 en el stud, pero ahora estoy estudiando en Villa Maria, aunque los fines de semana son para los caballos. Los viernes lo primero que hago es venirme a mi casa en Ticino (CBA) para esta en el stud que está en el campo. Tuvimos muchos caballos, las tres siempre estuvimos limpiando camas, sabemos lo que es pasar frío, varear un caballo, los retos de mi papá, entre otras cosas. Tuve el sueño de ser jocketa, aunque no pude llegar. El primer caballo que monte fue Insure, ganador de 11 que tenía mi papá, y también entrené caballos de tiro con la compañía de mi abuelo, mientras me cubría porque mi papá no quería que lo hagamos por el miedo que nos golpeáramos. Yo todo lo que hago con los caballos es por mi abuelo, la pasión que tengo se la debo a él. Tiene 84 años y se levanta a las 06:00 de la mañana, es el primero que está en el stud, el último en irse, conoce todo, se da cuenta de todo, lo que aprendí se lo debo a él. Cuando tuvo su primer caballo no ganó nunca, siempre entró 2º, pero el siempre lo tiene presente. También tuvimos caballos buenos como Pan Dulce, Silencioso, La Vicky, entre otros. A Silencioso lo cuidaba mi abuelo y ganó 30 carreras. Es el hombre que de los 365 días del año no falta nunca, anda a caballo, varea, y esto es su vida.

Enseguida Lucila ingresa en la conversación.
Lucila: Arranqué con los caballos desde que tengo uso de razón. Siempre estuve atrás de mi papá y de mi abuelo, íbamos a todos lados juntos. Cuando fui más grandes con 14 años me largué a cuidar caballos junto a mi papá, estuvimos con 5 caballos, y con ellos estuve 5 años. Yo me ocupaba de limpiarlos, masajearlos, de presentar bien el caballo, que él este bien. Siempre fui muy compinche con mi papá. Creo que para un hijo el padre es como el ídolo, queremos hacer todo a la perfección para que el caballo esté bien. Lógicamente uno lo que quiere es ganar, pero mientras el caballo corra bien es lo que más nos importa. Yo vivo con mis viejos, estoy todos los días. Ahora por la mañana trabajo, pero por la tarde me doy un vuelta por el stud. Los domingos es de las carreras, no importa nada, solamente las carreras. También manejo el transporte de mi papá que tiene tres trailers. Cuando corren los caballos nuestros venimos siempre. Estamos siempre en familia.

De pronto Melina nos da detalles de su primera yegua.
Melina: Mi papá me regaló una yegua que fue mi primer caballo. No le fue muy bien en las carreras, pero después fue mamá y ahora tiene un potrillo hijo de Fragotero al pie.

Lucila: Somos una familia muy unida, para nosotros es la familia y los caballos nada más.

¿Que es el turf para vos Lucila?
Es una pasión, los caballos nos han dado tantas satisfacciones y llevamos tantas emociones adentro. Mi abuelo está siempre con nosotros, mi papá, mi mamá, es algo que lo llevamos adentro. Creo que hasta que me muera vamos a estar juntos con los caballos. Tenemos cuadros de carreras ganadas hasta en las piezas. Los caballos que tuvimos nos han salido muy buenos, y nos llenaron de satisfacciones. De eso no nos podemos quejar en nada.

Mientras que Victoria acota
Cuando se inundó nuestra casa en el campo perdimos muchos cuadros. Perdimos un montó pero nos quedaron varios.

¿Y el sueño de ser jocketa?
Lucila: Yo tengo mi ídolo que es Facundo Ortiz, como jockey y como persona que es excelente. Jockey para mí no va a haber otro igual, porque es una persona que se baja y dice tiene tal problema, y vas a ese lugar y el caballo tiene ese problema. Es muy sincero. Yo quería ser jocketa, pero el no me quiso enseñar.

Victoria: Mi papá de Buenos Aires siempre nos traía una fusta, una montura, los regalos eran siempre así. Yo vine dos meses a la escuela de Rio Cuarto aunque después se cerró. Lo que me llevo es como los disfruté con mi abuelo y como me apoyó. Obvio que soy mujer y por eso mi papá no quería. Lo que me queda es que mi abuelo me ensillaba el caballo cuando mi papá no estaba y me llevaba a la cancha. Mi mamá también me apoyó mucho. Las dos sabemos lo que es estar arriba de un caballo y lo que se siente. No llegamos al objetivo, pero lo disfrutamos.

Lucila: Lo que tiene esto es que es un ambiente muy machista, pero nosotras siempre nos dimos desde el primer momento nuestro lugar y el respeto. Cuando una llega a todo esto se tiene que hacer respetar. Hacemos valer nuestro trabajo, no somos las únicas mujeres que estamos en el turf. Por ahí siento que las mujeres son más capaces que un hombre en el sentido de como cuidar al caballo.

Victoria: Nunca tuvimos un caballo malo nosotros, porque está todo el día rodeado de mujeres. Se lo dije al veterinario a eso y me dijo que era así.

¿Cuando toca un cabalo difícil sos vos la que lo agarrás y lo manejás en la previa de la carrera?
Victoria: Heredé el carácter de mi papá y de mi abuelo. Prefiero que si me sale mal que me salga mal a mí, no mandar a otro y que lo reten. Uno al caballo lo conoce, también me han pisado, tengo mordidas también, pero bueno nunca se deja lo que uno ama. Es una cosa en familia. Nosotros no venimos un domingo a las carreras sin la familia. Esto trae muchos amigos, tenemos amigos por todos lados gracias a mi papá que también es muy conocido. Te llena de orgullo cuando te dicen que sos la hija de Pedernera.

Lucila: Donde vamos siempre nos reconocen como las hijas de Pedernera. Siempre estuvimos con los caballos.

¿Cuantos hipódromos conocen?
Lucila: Los de Córdoba a todos. Gracias a los caballos conocemos muchos lugares de todo el país.

Victoria: Villa Maria, Rio Cuarto, Córdoba, Las Flores, Bell Ville, hasta Santa Rosa (La Pampa), también Palermo, San Isidro, La Plata. Hemos ido a todos lados. Te cuento una anécdota, estábamos esperando el parto de una yegua nuestra, muy ansiosas, hasta que un día mi abuelo me dijo que vaya ya porque estaba por tener cría. La ayudamos a parir junto a mi abuelo, fue algo maravilloso. Fue la cosa más hermosa que ví en mi vida, ver tener cría a una yegua y ayudarla. Ahora el potrillo es lo más mañoso que hay. Está todo el día pegado en mi casa.
Lucila: Le damos mucho amor a los caballos.

¿El sábado a la noche salen a bailar o se guardan para levantarse temprano el domingo de carreras?
Lucila: El sábado no salimos, porque vamos a las carreras al otro día. Siempre preferimos las carreras. Donde vamos vemos que las chicas tienen todo con los chicos, fotos, etc. Nosotras todo caballo, hasta las carpetas nuestras con caballos y las compañeras nuestras nada que ver.

Victoria: Siempre primero los caballos. Hemos salido cuando no teníamos carreras, pero llegamos a casa, nos sacábamos los zapatos e íbamos a limpiar camas. Mi papá nos enseñó así, después de trabajar nos íbamos a dormir tranquilas.

Lucila: Llegamos de fiesta, arriba me ponía una campera y un pantalón grande y me iba a trabajar con los caballos. Es algo que no lo sufrimos. Nosotras disfrutamos estar con los caballos, aprendemos mucho, cada domingo nos llevamos amistades, jornadas hermosas, y si ganamos mejor.

Victoria: Mi papá aprendió mucho de mi abuelo, también aprendió de los amigos que lo aconsejan bien. Lo que él aprende lo comparte con nosotros, así que ya sabemos cuando un caballo tiene un dolorcito, cuando está mal, está triste, vemos y nos damos cuenta.

Lucila: Somos una familia de 6, un secreto no es para una persona son para los seis.

¿Obviamente tu padre le puso al Stud Las 3 Señoritas por ustedes?
Lucila: Al nombre del Stud Las 3 Señoritas lo eligió Roberto Victori con el que tuvimos cuidando caballos, y también con Hugo Sesma en Ballesteros. Que tuvo caballos mi papá cuidando con ellos al principio.

Victoria: Mi papá le regaló un caballo a lu y se llamó Lucila, después me regaló a mí La Vicky, y después Linda Meli a mi hermana Melina. Las tres tuvimos nuestro caballo propio.

¿Que es el turf para vos Melina?
Una pasión que sigo de mi papá, mi abuelo, y mis hermanas.

De todos los que cuidaron, ¿Que recuerdos les quedan?
Victoria: La Vicky fue el gran orgullo de nosotras. Ella nos dejó a su hijo Silencioso que ganó alrededor de 30 carreras, la mayoría clásico. Llevo tatuado al nombre de Silencioso, también el del Stud Las 3 Señoritas, y una herradura con el nombre de mi abuelo. Todo caballo. El día de mañana cuando seamos independientes queremos seguir con esto y comprar un caballo. Vamos a seguir siempre unidas. Defender el stud y que siga. Lo que empezó con mi abuelo que siga con nuestros hijos.

Lucila: Tenemos muchos caballos en este momento. Estamos orgullosas de los caballos que criamos. Trigerito entró dos veces 2º en en Palermo, y Mi Chispaso es una máquina.

Victoria: El otro día en Villa Maria  la gente preguntaba porque festejábamos cuando ganó Mi Chispaso. Si uno supiera el orgullo de ver un caballo que su padre crió en nuestra casa, que fue muy bueno, y que de potrillo se haya criado en casa y se lo pudimos otorgar a un amigo de la casa es un enorme orgullo. Lo veo correr y lo siento mio.

Lucila: Siempre queremos que triunfemos todos. El sol sale para todos, no siempre vamos a ganar, tenemos más posibilidades de perder. Me pongo muy feliz cuando ganan los amigos nuestros. Uno por ahí habla, pero el que está siempre es el peón, y ese es el que más merece que un caballo gane.

Melina: Las dos en sus fiestas de cumpleaños de 15 años entraron con caballos.

Victoria: Yo entré con mi abuelo en una carroza que manejaba él.

Lucila: Yo entre sola a caballo con el vestido puesto. Hasta en el pueblo nos destacan por los caballos, no solo de carreras. Ando desde los 3 años.

¿Hacen otras tareas en el campo?
Lucila: Nosotras sabemos hacer todo en el campo. Sabemos hacer bolleros, pasar lienzos de viruta, bajar un carro de avena, fardos, por que no hay hombres en mi casa. Tuvimos que aprender a hacer todo y por ahí nos quejamos, pero hoy estamos orgullosas. A mi me gusta mucho todo lo que es el modelaje, soy primera princesa del Producto Lácteo así que me dedico un poco a todo. El fin de semana viajé a Arequito para desfilar, y el domingo estuve en las carreras.

Victoria: Mi papá adonde va, siempre con la familia, busca la forma para que vayamos todos. Hasta el perro está pendiente para subir a la chata y venir con nosotros.

La tarde comenzó a caer en Rio Cuarto y las hermanas Pedernera seguían dándonos detalles de su pasión por los caballos, las carreras y su familia. Seguramente su padre habrá buscado tener un hijo varón para que lo acompañe con su hobbie turfístico. Tal vez, lo que nunca soñó es que "Las 3 Señoritas" serían su obra maestra.