¿Es el Hipódromo de La Plata el mejor de todos?

Tal vez el turf argentino pase por San Isidro, por lo majestuoso de su campo de entrenamiento y lo fantástico de su centro de correr. Por estar instalados allí los "ases" de la cuida y también los de la fusta, como así estabuladas las grandes caballerizas de nuestro turf. Palermo representa la historia misma del turf argentino, también con profesionales de extrema calidad, en menor cantidad pero de similar valor a los de San Isidro, con el punto a favor de ser el circo preferido de la gente de turf del interior del país. Hasta ahí nada para discutir, podemos estar simplemente de acuerdo. Pero el turf también se maneja con el combustible necesario de la industria, que son ni más ni menos que los premios hípicos, y en este caso podemos decir sin temor a equivocarnos que La Plata mantiene un liderazgo absoluto en estos últimos años. Mientras San Isidro desarrolla sus jornadas sabatinas sobre su pista de césped y con premios de buen nivel, insólitamente los miércoles son de pobreza con premios acotados, esto sobre el terreno de arena. Como si mágicamente correr en la arena de San Isidro, o los miércoles, pasaran a ser carreras de poco fuste y poca recompensa para los ganadores. Palermo los sábados suele brillar, o si le tocó el domingo también está bárbaro, los viernes anda bastante bien y los lunes pelea con categorías intermedias y ahora alternativas, en muchos casos de caballos viejos perdedores que solo llenan programas. En tanto el Hipódromo de La Plata mantiene una linea inalterable, puesto que las recompensas son siempre las mismas, ya sean los días martes, jueves o domingo de por medio cuando tiene su espectáculo turfístico. Esto agregado a que hay clásicos de una jerarquía menor que los otros hipódromos con premios verdaderamente sensacionales. San Isidro es del Jockey Club, Palermo de una empresa privada y La Plata de la Provincia de Buenos Aires. Vale decir que los hipódromos para que funcionen óptimamente tienen que tener el guiño del estado o no hay nada. Así que si hacemos una tabla de valores a quien ponemos primero. Si es por glamour y extrema belleza lo ubicamos a San Isidro al tope. Al de mejor pista, mayor tradición y por ser el más querido por la afición del interior del país le corresponde a Palermo el primer lugar. O al que sostiene las mejores bolsas de premio todas las reuniones del año, "sin capar premios" con carreras alternativas, corresponde remarcar que el Hipódromo de La Plata es el mejor.